?Puede un terrible hecho del pasado seguir teniendo consecuencias devastadoras? Cuando una botella que contiene un mensaje escrito con sangre humana llega al Departamento Q, el subcomisario Carl M?rck y sus asistentes Assad y Rose logran descifrar algunas palabras de lo que fue la ?ltima se?al de vida de dos chicos desaparecidos en los a?os noventa. Pero ?por qu? su familia nunca denunci? su desaparici?n? Carl M?rck intuye que no se trata de un caso aislado y que el criminal podr?a seguir actuando con total impunidad.
Alemania, segunda guerra mundial. El avi?n de los pilotos ingleses James Teasdale y Bryan Young es derribado en territorio enemigo durante una misi?n fotogr?fica. Consiguen sobrevivir, pero no llevan los uniformes, por lo que, si son capturados, ser?n acusados de espionaje y, probablemente, ejecutados.Finalmente logran subir a un tren que parte del frente oriental con soldados enfermos. En uno de los vagones encuentran a varios oficiales de alto rango muertos sobre unas camas. Sin vacilar, James y Bryan tiran a dos de ellos del tren y ocupan su lugar, con la esperanza de ...
En Copenhague, el polic?a Carl M?rck est? atravesando una de las ?pocas m?s negras de su vida. Tras ser sorprendido por el ataque de un asesino, un compa?ero suyo resulta muerto y otro gravemente herido. Su sentimiento de culpabilidad aumenta cuando su jefe y la prensa dudan de su actuaci?n. Relegado a un nuevo departamento dedicado a casos no resueltos, Carl M?rck ve una oportunidad de demostrar su val?a al descubrir las numerosas irregularidades cometidas en el caso de Merete Lynggaard.Cuando en 2002 esta mujer, una joven promesa de la pol?tica danesa, desapareci? mientras realizaba un viaje en ferry, la polic?a decidi? cerrar el caso por falta de pruebas. Sin embargo, Merete Lynggaard sigue viva aunque sometida a un terrible cautiverio. Encerrada y expuesta a los caprichos de sus secuestradores, sabe que morir? el 15 de mayo de 2007. Carl M?rck ha de utilizar todo su ingenio e intuici?n.
A finales de los a?os noventa, la polic?a encuentra, en una casa de veraneo en el norte de Dinamarca, a dos hermanos adolescentes brutalmente asesinados. Han sido golpeados, torturados y violados sin compasi?n. La investigaci?n policial apunta a que los culpables pueden hallarse entre un grupo de j?venes de buena familia, hijos de padres exitosos, ricos, cultos. Sin embargo, el caso se cierra muy pronto por falta de pruebas concluyentes hasta que, pocos a?os m?s tarde, uno de los sospechosos se entrega sin raz?n aparente y confiesa el crimen. Supuestamente, el misterio se ha resuelto. Pero entonces ?por qu? los archivos del caso aparecen veinte a?os despu?s en el despacho del inspector Carl M?rck, jefe del Departamento Q? Al principio M?rck piensa que el caso est? ah? por error, pero pronto se da cuenta de que en la investigaci?n original se cometieron muchas irregularidades…
Jussi Adler-Olsen is Denmark's premier crime writer. His books routinely top the bestseller lists in northern Europe, and he's won just about every Nordic crime-writing award, including the prestigious Glass Key Award-also won by Henning Mankell, Stieg Larsson, and Jo Nesbo. Now, Dutton is thrilled to introduce him to America.The Keeper of Lost Causes, the first installment of Adler- Olsen's Department Q series, features the deeply flawed chief detective Carl Morck, who used to be a good homicide detective-one of Copenhagen's best. Then a bullet almost took his life. Two of his colleagues weren't so lucky, and ...
, the first installment of Adler-Olsen's Department Q series, features the deeply flawed chief detective Carl M?rck, who used to be a good homicide detective-one of Copenhagen's best. Then a bullet almost took his life. Two of his colleagues weren't so lucky, and Carl, who didn't draw his weapon, blames himself.So a promotion is the last thing Carl expects.But it all becomes clear when he sees his new office in the basement. Carl's been selected to run Department Q, a new special investigations division that turns out to be a department of one. With a stack of Copenhagen's coldest cases to keep him company, Carl's been put out to pasture. So he's as surprised as anyone when a case actually captures his interest. A missing politician vanished without a trace five years earlier. The world assumes she's dead. His colleagues snicker about the time he's wasting. But Carl may have the last laugh, and redeem himself in the process.Because she isn't dead. . yet.