Es una ma?ana como otra cualquiera. Jonas despierta. Desayuna un caf?. El peri?dico no est? delante de la puerta de su casa. Cuando no logra sintonizar la radio, ni la televisi?n, ni puede entrar en Internet, comienza a enfadarse. Su novia no contesta al tel?fono. Jonas sale a la calle. No hay nadie. ?Puede vivir una persona cuando todas las dem?s han desaparecido? Han quedado el mundo y las cosas: carreteras, supermercados, estaciones de tren, pero todo est? vac?o. Jonas vaga por Viena, por las calles de siempre, por las viviendas que conoce, pero nada responde a sus preguntas. ?Es el ?nico superviviente de una cat?strofe? ?Se han ido todos a otra ciudad? ?Hay otros, o son s?lo imaginaciones suyas?