«Como una cu?a de acero, las fuerzas blindadas alemanas avanzaban hacia el oeste, hacia el mar, empezando a dibujar sobre los mapas de los estados mayores la gigantesca tenaza que iba a cerrarse a la espalda de las fuerzas francobrit?nicas que segu?an en B?lgica.»Por primera vez en sus obras, Karl von Vereiter va a colocarse, casi de una manera exclusiva, «del lado aliado» y, m?s concretamente, del lado brit?nico. De la mano de una peque?a unidad brit?nica, de un grupo de valientes y sufridos hombres, va a hacernos revivir ...
Stalingrado era el golpe al dictador rojo, la prueba de que ning?n obst?culo pod?a oponerse al victorioso Ej?rcito alem?n. M?s de 300.000 hombres se adentraron entre las ruinas de la gran ciudad sembrada de f?bricas. 300.000 hombres dispuestos a ocupar Stalingrado y a atravesar el r?o que se encuentra a espaldas de la villa.El Volga.A sus orillas se luch? como nunca se hab?a peleado en Rusia, mil veces m?s feroz que la Batalla de Mosc?, m?s intensa que la Batalla de Sebastopol, Stalingrado signific?, sencillamente, la c?spide del avance germano en la URSS.Cayeron los hombres en la ciudad m?rtir, alemanes y rusos, por cientos, por millares, por cientos de millares…Y la sangre de tantos hombres corri? por las calles para, en densos torrentes, verterse en las aguas tranquilas del r?o.