Cuando llega el oto?o las hormigas cautivan nuevamente mi atenci?n y mi intelecto. Estos d?as se fundar?n nuevos hormigueros, tras una c?pula exquisita en las alturas de un vuelo nupcial entre reinas y machos alados que caer?n muertos y triunfantes al suelo. Las calles o campos, recipientes de este sacrificio evolutivo, ofrecer?n sus cavidades subterr?neas para que este insecto social pueda seguir actuando impostergablemente como un supraorganismo de conciencia colectiva. Es un momento para el tr?nsito. Y para celebrarlo, como todos los a?os releo gustoso La vida social de ...
Vercoquin empieza con una surprise-party y termina con otra, por eso en la parte central se recorren hasta el mareo las estupideces y repeticiones de las oficinas del C.N.U. (Consortium Nacional de la Unificaci?n) Nada menos parecido sin embargo a la mala costumbre de la autobiograf?a. El lenguaje burbujea con la velocidad del chisteo la genialidad. Se demuestra adem?s que Vian fue el Otro Lado del existencialismo: si bien conversaba en los caf?s con Sartre, entre el Ser y la Nada, no eleg?a nada.