Bartleby y compa??a trata de todos aquellos no escritores o escritores interruptus que han existido. Aquellos que, como Rimbaud o Rulfo, dejaron de escribir tras la publicaci?n de sus obras maestras. Aquellos que nunca escribieron, como S?crates o como Cl?ment Cadou, que tras conocer a Witold Gombrowicz (a quien admir? mucho en mis juveniles a?os), decidi? no escribir nunca y s?lo fue autor de su epitafio, que pas? as? a ser su opera omnia.Bartleby y compa??a, nos remite a esos escritores del `No`, como ?l los llama, a los que han renunciado a la escritura (con pretexto o sin ?l) y tambi?n a la posibilidad de que esos libros en realidad no escritos, floten o est?n en estado latente en el mundo, hasta que alguien los encuentre y los escriba. Habla tambi?n Vila-Matas de una biblioteca de libros no publicados en Burlington, Vermont (USA), en donde aquellos libros escritos, pero no le?dos, son mimados, guardados y cuidados con esmero, a la espera de lector.
Dietario voluble es, ante todo, un tapiz que se dispara en muchas direcciones. Este libro abarca los tres ?ltimos a?os (2005-2008) del cuaderno de notas personal de Enrique Vila-Matas. Al tratarse de un diario literario que se origina en la lectura, es una obra escrita desde el centro mismo de la escritura. Combina los comentarios sobre libros le?dos con la experiencia y la memoria personal, y va proponiendo la desaparici?n de ciertas fronteras narrativas y abriendo camino para la autobiograf?a amplia, siempre a la b?squeda de que lo real sea visto como espacio id?neo para acomodar lo imaginario, y as? novelizar la vida.Compuesto en parte por notas que pasaron directamente del cuaderno personal del escritor a la edici?n dominical de El Pa?s de Catalu?a, pero tambi?n por importantes fragmentos que no se movieron del cuaderno y que ahora dejan de ser in?ditos, y tambi?n por notas que han sido escritas para completar esta edici?n.
Este inquietante y misterioso libro criminal fue escrito por Enrique Vila-Matas cuando en 1975 viv?a en Par?s y ley? que a Unamuno, mientras viv?a en esa misma ciudad, se le ocurri? la idea de una novela que provocara la muerte de quien la leyera. Vila-Matas sufri? un leve rev?s cuando, al decidir llevar a cabo el proyecto de este libro asesino, y coment?rselo a Marguerite Duras, que era entonces su casera, ella le dijo que se trataba de algo irrealizable, que nunca ning?n libro fue como la tumba de Tutankhamon, lo que llev? a Vila-Matas a comprender que s?lo lograr?a el efecto mortal buscado si practicaba el crimen en el espacio estricto de la escritura.Publicado por primera vez en 1977, La asesina ilustrada signific? la revelaci?n de Vila-Matas como escritor.