En el mundo de Terramar hay dragones y espectros, talismanes y poderes, y las leyes de la magia son tan inevitables y exactas como las leyes naturales.Un principio fundamental rige en ese mundo: el delicado equilibrio entre la muerte y la vida, que muy pocos hombres pueden alterar, o restaurar. Pues la restauraci?n del orden c?smico corresponde naturalmente al individuo que se gobierna a s? mismo, el h?roe completo capaz de dar el paso ?ltimo, enfrentarse a su propia sombra, que es miedo, odio, inhumanidad.
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