El mineral transparente llamado espato de Islandia posee la curiosa propiedad ?ptica de la doble refracci?n: duplica en paralelo la imagen del objeto que se mira a trav?s de ?l. Si, desde cierta altura, se contemplara el planeta por una l?mina de ese espato, la realidad no se distorsionar?a, pero cabe sospechar que la imagen duplicada no ser?a exactamente la esperada. En un juego semejante se embarca Thomas Pynchon en Contraluz al recrear un mundo en descomposici?n, el que va de la Exposici?n Universal de Chicago de 1893 a los a?os inmediatamente ...
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