Roma, 2 de abril de 2005. El Papa Juan Pablo II acaba de morir y la plaza de San Pedro se llena de fieles dispuestos a darle el ?ltimo adi?s. Al mismo tiempo, se inician los preparativos para el c?nclave del que ha de salir el nombre del nuevo Sumo Pontifice. Pero justo entonces los dos cardenales mejor situados del ala liberal de la Iglesia, Enrico Portini y Emilio Robayra, aparecen asesinados siguiendo un mismo y macabro ritual que incluye la mutilaci?n de miembros y mensajes escritos con simbolog?a religiosa. Un asesino en serie anda suelto por ...
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