Tres hombres aparecen muertos con una sonrisa en los labios. Los presuntos suicidas no tienen nada en com?n, ni aparentes motivos para querer quitarse la vida, La teniente Eve Dallas pone en tela de juicio la tesis del suicidio y las autopsias le dan la raz?n. En los cerebros de las tres v?ctimas se detectan peque?as quemaduras. En su investigaci?n, Eve se adentra en el inquietante mundo de la realidad virtual donde los mismos mecanismos concebidos para despertar el deseo pueden inducir a la mente a su propia destrucci?n.
Пока отзывов к этой книге нет.