Cuando decide repudiar a la emperatriz Josefina porque no puede darle un heredero, Napole?n dirige su atenci?n a la familia real rusa. Primero solicita al zar Alejandro I la mano de su hermana Catalina. A pesar de que la seduce gobernar Francia, Catalina elige un noble ruso como esposo. Napole?n no ceja en su intento y pide en matrimonio a la hija que le sigue, la peque?a duquesa Annette, que tiene catorce a?os. Su madre, la emperatriz viuda Mar?a Fed?rovna, abriga varias dudas: el “Ogro Corso” es un advenedizo mucho mayor que ...
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